Nos situamos en la Patagonia, en el sur de Argentina,
concretamente en Calafate, a pie del lago Argentino, en las cercanías de la
cordillera Andina y aproximadamente a 60 kilómetros del monumental glaciar
Perito Moreno, una de las mayores presencias de la naturaleza en el planeta, una
masa helada que cuando avanza poco a poco se puede escuchar tanto los crujidos
de sus monstruosos movimientos como, visualizar los grandes desprendimientos de
enormes paredes que se desploman y caen al agua del canal de los témpanos o al
canal del brazo rico, emitiendo un grandioso estruendo similar al del trueno de
una tormenta.
El Calafate es una planta y es la que da nombre a este pequeño pueblo al final de cientos de kilómetros de desierto. Una población oasis
donde alberga temporalmente un turismo
aventurero que viene a disfrutar de los diferentes y apasionantes glaciares
milenarios que se engloban en el sector.
Caminamos por calles con
edificaciones que recuerdan al más estilo Tirolés, mientras disfrutamos de un
día soleado de Febrero en el final del verano Argentino.
Escuchamos a la lejanía el estruendo de tambores y
mirándonos emocionados nos sentimos atraídos hasta ellos, hipnotizados por su
magnetismo.
Nos Percatándonos de las fechas en las que estamos, por eso
nos llevamos la grata sorpresa de coincidir en nuestro viaje con ¡¡¡el carnaval
federal Argentino de la Alegría!!! (Los carnavales de Calafate) que recorren la
calle principal del centro de la ciudad.
Alcanzamos el pasacalles y en el vemos a cientos de personas
de todas las edades, colores y sexo, disfrazadas y bailando coreográficamente
dejando estelas de colorido por toda la calle, con grandes sonrisas iluminando
sus caras.
Unas comparsas que contienen grandes grupos de percusión autóctona
carnavalesca muy parecida a las de las batucadas pero con matices diferentes.
En casi todo latino América se viven los carnavales con
auténtica euforia y pasión, es verdad que sin lugar a dudas los carnavales más
conocidos mundialmente son los de Rio de Janeiro (Brasil) con el sambodromo,
los pasacalles y las escolas de samba, pero hay que decir que en el resto de Sudamérica
se viven también a lo grande y muy intensamente.
Me atrevería a decir que Argentina si no es el segundo, es uno de los países a
nivel mundial con más batucadas. Con suerte en cualquiera de los barrios
periféricos de Buenos aires, doblando una esquina podemos encontrar a niños en
la calle redoblando repiques y surdos.
En Argentina, además de Batucadas también existen las
famosas murgas.
Aunque el origen de la murga se dice que viene de España,
concretamente de los carnavales de Cádiz, la murga porteña es una agrupación
que se da en barrios humildes donde
músicos y bailarines exponen su arte al exterior, esta participación tiene una
relación directa con el Tango, tanto en su forma estética como en la artística.
Nace más o menos en los años 40, en los barrios más humildes
y tangueros de Buenos aires y rápido se extiende por todo el país.
Melodías de tango, vals, pasodoble y
milonga marcan a fuego la rítmica murguera.
La murga porteña nace con el bombo con platillo
(este instrumento es como un surdo bastante ancho, que se toca en vertical golpeándolo con una maza y que
lleva colocado un platillo arriba entre las dos varillas, este se toca golpeándolo
con otro platillo que porta el músico en la mano que no lleva la maza) el bombo
marca el uno y el platillo se usa para cortar la negra del golpe de la maza.
Además de este importante instrumento
para la Murga, se usan repiques, cajas, timbas, surdos…
La relación de la Samba en la batucada,
en la murga se podría decir que viene del Tango. El golpe del bombo imita el ritmo del
contrabajo y el platillo en el Tango, haciéndolo sonar en su toque más clásico
se asemeja muchísimo al sonoro "chan-chan" que hace el Bandoneón en
el Tango (el Bandoneón es una especie de acordeón que se usa para tocar esta
musica).
El Tango en Argentina aparece en
la segunda mitad del siglo XIX en el marco sociocultural de las grandes
oleadas migratorias en Buenos aires, (africanos, gauchos, hispanos coloniales,
indígenas, italianos, judíos, alemanes, polacos, cubanos etc…) crean este nuevo
sonido. Como cuatro años tardó en formarse el Tango como tal. Música criada en
los suburbios (los arrabales) crecida en puertos, prostíbulos, bodegones,
cárceles… y rechazada y prohibida por las clases altas y la iglesia católica.
La murga viene de un marco parecido al del Tango, el baile
que realizan los murgueros es muy peculiar, dicen que tienen su origen en el
baile de los esclavos, Estos simulan a los movimientos que
realizaban para escapar de las casas de sus amos, saltando y contoneándose para
bailar en las noches de carnaval, ellos bailaban camuflándose para que no los conocieran disfrazados
con las ropas de los señores, de ahí la levita, el frac, la galera y los
guantes pero todo puestos del revés por la parte brillante para no mancharlos y
que los amos no se dieran cuenta al día siguiente, de ahí el brillo que tiene el carnaval.
Como decíamos, en el Carnaval de Calafate seguimos al
pasacalles que actúa con furor y este finaliza conduciéndonos a un auditorio al
aire libre con las gradas repletas de público bailando, con un gran escenario al
fondo y con la curiosidad de que un mes antes, en este mismo recinto estuvo
actuando sobre él David Bisbal y algún grupo español similar.
Dentro se organiza un Corso (que es un festival de carnaval
en América del sur) donde van actuando cada una de las murgas y batucadas
exhibiendo sus dotes, mientras lo presenta y anima al micrófono, un maestro de
ceremonias.
Formaciones de mínimo 35 personas, que algunas viajan alrededor
de mil kilómetros para actuar allí ese día. Además de tocar fuerte y disfrutar la festividad, se toca con un
sentido y un mensaje.
Lo que más me llama la atención de las murgas a diferencia
de las batucadas que he visto en España, es el espíritu murguero y el
sentimiento y orgullo tan intenso de cada miembro por pertenecer a su formación,
ya que para muchos jóvenes de allí es una vía de escape de muchos problemas
sociales que existen. Estéticamente también me llamó la atención, el increíble brillante
y cuidado vestuario carnavalesco fabricado a mano en los talleres sociales que
tienen cada una de las asociaciones murgueras, donde además de talleres de
percusión para niños, hay talleres de danza, vestimenta y demás artes
escénicas. No se me olvida el gran número de participantes que hay en cada grupo
y que algunas murgas llevan personas que portan enormes banderas con los
colores y logotipos de su formación.
Lo que más se me quedo grabado de todo, es una Murga en
concreto, la cual sus componentes son niños, niñas, y sobre todo jóvenes, con
rasgos diferentes y talentos también muy dispares, actúan haciendo clown, malabares,
monociclo, zancos y demás arte cirquense de gran calidad, otra parte son
decenas de bailarines y animadores portando enormes banderas y por ultimo percusionistas
de alto nivel.
Pero lo más interesante de todo es el mensaje tan importante
que transmiten y llevan siempre con ellos. Actúan para evadirse y solucionar un
problema que llevan años arrastrando en su pueblo situado al norte de la
Patagonia, el cual es conseguir agua potable ya que no llega correctamente a su
población, agua para el uso doméstico y sobre todo para el consumo humano. A
golpe de tambor y arte piden al resto del mundo ayuda.
Recorrieron cientos de kilometros, para actuar esa noche en
el carnaval federal de la alegría de Calafate y lo hicieron con gran energía y
deseo como si fuera la última vez que lo iban a hacer, tocaron y cantaron una emotiva
y preciosa canción indígena relacionada con el agua, la naturaleza y los
tambores.
TOCAR ES TRANSMITIR RITMICAMENTE EL SENTIMIENTO QUE LLEVAMOS EN NUESTRO INTERIOR.
documental
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