sábado, 26 de septiembre de 2015

VIDEOS DE BLOCOS SAMBODROMO ALSAMBALUS 2015


VIDEOS DE BLOCOS SAMBODROMO ALSAMBALUS 2015



Aquí os dejamos algunos videos de lo que se cocio en el Alsambalus 2015, viva la samba!!!!



TROCOBLOCO





GURUS





LA TORCIDA




YEWANDE





SAMBOREJO










martes, 15 de septiembre de 2015

EVENTOS CON RITMO 2 (Septiembre, Octubre, Noviembre) 015



BATUKATIKA
-VIERNES, 9 DE OCTUBRE A LAS 21:30h en Sala de conciertos Hebe Vallekas con Kontrabloko Vallekas, la Escuela de Zumbalé y The Komodos!!!








FESTIVAL DE BATUCADAS BAHIA MADRID






 FIESTA SOLIDARIA LUMIGALA

Donde actuaran nuestras amigas del bloco ASHABÁ


SAMBA-REGGAE




SAMBA-REGGAE


Al final del siglo XIX aparece el afoxé que es un tipo de desfile de carnaval de la población negra que se dejaba ver en las calles de Salvador de Bahía, cuyos miembros son adeptos al “candomblé”, que es el culto de los orixás y religión originaria del oeste africano y tiene por base el ánima o espíritu de la naturaleza, por tanto es clasificada como una religión animalista.

En aquella época, la razón principal del afoxé era expresarlo por todo lo alto con el aura y todo el ambiente mítico del candomblé en un espacio público durante la fiesta más popular que era el carnaval. También era la reafirmación y presencia del mundo negro afro-bahiano y lo que significaba en aquel momento. Hasta entonces la celebración carnavalesca había sido reivindicada por las clases medias blancas y mestizas con la exclusión de los negros.




En carnaval, los clubes privados venían desfilando en las calles imitando los carnavales europeos. El primer afoxé que desfiló en Salvador en 1895 fue el llamado Embaixada africana. Al año siguiente desfilaron los Pândegos de Africa y otros como los Filhos da Bahia etc…

La música, la danza y su vestuario eran todos de inspiración afro-bahiana, lo que provocó una reacción de las clases dominantes.
La policía prohibió los afoxés, la samba, el batuque (religión del golfo de guinea y Nigeria derivada de los Yorubas) y la exhibición en clubes de vestuario africano.

Después de 15 años de prohibición el afoxé reaparece en 1918, pero solamente en los años 40, con la disminución de la represión,
comienza la organización de las grandes e importantes asociaciones del carnaval afro-bahiano. Se dieron a conocer varias organizaciones que combinan percusión danza y cantos que transmitían mensajes de lo dura que estaba siendo la vida para ellos. Según Gilberto Gil mientras que esto sucedía las élites se daban banquetes en clubes sociales, como por ejemplo el club Bahiano de Tenis.





En 1948 se establece el importante grupo afoxé Filhos de Gandhy, en homenaje al gran liberador de la India, algunos meses después de su asesinato. El grupo se identifica con la filosofía de Gandhy de la no-violencia, del anti-colonialismo y del activismo contra la dominación europea.
Al año siguiente, los Filhos de Gandhy ya tenian una centena de miembros que desfilaron durante el carnaval, con su vestuario típico en blanco y azul.
A partir de ahí, tuvieron el apoyo tanto de las muchedumbres como de las autoridades y se integraron en la tradición carnavalesca de Salvador (capital del estado de Bahía).

La música de los afoxés es la de los cantos y ritmos “ijexá” un tipo de ritmo del candomblé, para los cuales los tambores (atabaques) se tocan solo con las manos (sin baquetas).
El ritmo ijexá es parecido al de un samba lento y los cantos son siempre en lengua yoruba. Los Filhos de Gandhy crean su propia música pero mantienen las características principales de la música ijexá.
El famoso compositor/cantante, Gilberto Gil se hizo miembro de los Filhos y ayudó a revivir y mantener la tradición al comienzo de la década de 1970. En su disco Refavela, (1977), Gil rinde homenaje al afoxé con su canción “Patuscada de Gandhi” en estilo inevitablemente ijexá. 
Por analogía, el nuevo carnaval de los años 70 y 80 se denomina “carnaval ijexá”, sobre todo para establecer una relación directa con los elementos fundamentales de la cultura negra.


Gran parte de los Bahianos llevan con ellos la sabiduria de la Capoeira.



Paralelamente se inicia una nueva forma carnavalesca con la invención del bloco afro. En 1974 se creó el primer bloco afro, llamado  Ilê Aiyé

Los Blocos afro son organizaciones de carnaval de las comunidades negras de Bahía.
Ilê Aiyê tiene un significado simbólico notable. Ilê es el nombre de “casa, templo” en yoruba y Aiyê el mundo natural.
Vovô el presidente del grupo Ilê Aiyê, era rastafari y muy influenciado por la ideología jamaicana en aquella época, que poseía los principios de realzar el poder de la raza negra. Vovô prohibió la participación de blancos en sus blocos y sus músicas hacían referencia constante al Aiyê, refiriendose que la naturaleza, la belleza y el esplendor era únicamente negro.
La canción “Ilê Aiyê”, de Paulinho Camafeu, se vuelve rapidamente el himno del bloco (y G. Gil la grabó en su disco Refavela)




Reforzados por el movimiento black power que en aquellos años se dejaba ver notablemente en los E.E.U.U. y la aparición del grupo militante “Movimento Negro Unificado” (MNU), los blocos afro pasaron a realizar un verdadero activismo en los años 80. Sin embargo, su adhesión al MNU tomo una tendencia un poco más moderada y fue consciente en rectificar algunos aspectos y sólo se obtuvo como una fuerte protesta social y lucha por realzar la raza, no como otra forma de excluir a las personas con diferente color.






Además del racismo, también confrontaban otros problemas como la injusticia socio-económica. La creación de una nueva estética se basaba en la imitación y transformación de ciertos modelos musicales, de danza y vestuario africanos y afro-caribeños (conocidos o imaginados).
El uso de los instrumentos se limita a los tambores, “surdos”, “repiques” y cajas (tarolas) y otras percusiones, en el acompañamiento del canto casi siempre responsorial.
La organización rítmica básica, llamada “toque afro-primitivo”, al principio consistía en la de la samba de tempo lento a moderado, en una textura percusiva muy rica y poderosa. Los cantos del Bloco afro como se venía haciendo hasta ahora, hablarían en relación a la historia y problemas del mundo negro.

La relación con el Candomblé disminuyo en los años 80 aunque nunca se dejo de reconocer ciertos aspectos de las tradiciones del Candomblé como un centro de resistencia cultural y sobretodo de identidad social y étnica.
En la década de los 80 aparecieron blocos como Ara Ketu,
Badauê, Ebony, Malê Debalê, y los conocidos Muzenza. Pero el que obtuvo el más grande éxito de todos, fue sin duda el bloco Olodum, creado en 1979 por ex-miembros del Ilê Aiyê. 




El bloco Muzenza, fundado en 1981, por Geraldão, Mundão y Barabadá   tuvo la particularidad de establecer una relación espiritual directa con los negros rastas de Jamaica y compartir culto al reggae, al rastafarismo y sobretodo el cantante Bob Marley fallecido en 1981. La vestimenta, la estética, las rastas en sus pelos y simbología del bloco, siempre estuvo influenciada con el movimiento rastafari.
 
Olodum fue el gran inovador musicalmente hablando, pues ya en 1985 introdujo estructuras rítmicas diferentes en su versión de la samba dura o samba  bahiana (la samba dura es basicamente una variación rítmica de la samba de roda, modalidad folklórica de la samba de Bahía). Estas estructuras recordaban un poco a ciertos ritmos afro-caribeños (merengue, salsa) pero este sonido era diferente, en el destacaban mucho más los sonidos graves, que en bucle se dejaban sonar con gran contundencia, mientras los agudos golpeaban a la contra rompiéndose entre sí, era un sonido peculiar que se le metía en los huesos de todo bahiano que lo escuchara, la influencia del reggae jamaicano fue tal, que la nueva forma de tocar los tambores, adoptando la estructura típica afro-caribeña de ritmos entrelazados, acabó por llamarse “samba-reggae”









ILE AIYE





MUZENZA


FILHOS DE GANDI


ILE AIYE










INTRO (JULIO 2015)





INTRO (Julio 2015)



Es Lunes, 9 de la mañana, las calles de Madrid expulsan fuego a principios de Julio. Se observa la primera oleada de guiris que vienen de vacaciones y se refrescan en las terrazas con tinto de verano frio en el centro de la ciudad. 

Observo una baja energía en la población autóctona, parece que la dureza de trabajar en verano en la capital nos va consumiendo poco a poco. 

Con la mochila a cuestas y agradeciendo la gran compañía que me hacen los cascos que llevo pegados a mis orejas, en los que suena una lista que mezcla reggae, swing, hip-hop, drum&bass, rock, balkan, ska etc… camino con paso ligero.

Bajo las escaleras del metro, me dirijo al andén y cuando llega el convoy dejo salir a los pasajeros; entro en un caluroso vagón donde el sonido de los aires acondicionados me hace entender que están trabajando al máximo rendimiento sin gran productividad. 

Al colocar mi mochila en el suelo encuentro un periódico tirado en cuya portada sale reflejado un titular que habla sobre la aplicación de la ley mordaza.  Con esto mi mente retrocede a recuerdos sucedidos en este año y a la lucha de muchas personas para impedir esta determinación.

En la siguiente parada muchos pasajeros desalojan el vagón y a cambio para los que se quedan sube solo un músico con un saxofón a la espalda, lo saca de su funda y antes de comenzar a tocar se dirige a los pasajeros con unas palabras de introducción. 
Comienza a interpretar una canción, que  me suena bastante, y pasado un tiempo la reconozco definitivamente: es el Matador. Mi  mente retrocede años atrás recordando que esta canción se tocó en mi batucada, pues su ritmo pausado  recordaba al SAMBA-REGGAE brasileño. 

Este recuerdo me despertó aún más las ganas de que llegue el miércoles, el día de la semana que nos juntamos todos para ensayar. El día que se une la “familia” y que se hace una pausa en todas las obligaciones y responsabilidades del interior de la semana para darle tiempo a la expresión artística grupal. Día en el que cada miembro aporta una importante pieza única y exclusiva para que la gran maquinaria continúe funcionando.

Fieles al grupo y a los valores de éste, que desde sus inicios saltan de generación a generación, y sujetos a un lema y a unos colores, salen sentimientos muy especiales de unidad, dando sin pensar en recibir y aun así recibes mucho más de lo que das y con un único deber que es el de apoyarnos unos a otros para que así todos logremos el éxito en conjunto.